¿Dónde está mi vaca?
Debía a mi compadre Anarkasis una entrada con este título, pues si en un principio era el que tenía pensado poner al cuaderno, los pudores de quien escribe hicieron que quedara como ahora se ve, dejando lo de la vaca en una anécdota que esbocé en la casa de mi amigo hace unas semanas. ¿Dónde está mi vaca? Es lo que pensaba mientras bajaba corriendo bajo un aguacero veraniego la cuesta de Camembert en busca de mi coche, que había dejado aparcado a las afueras del pueblo. ¿Por qué?, es una historia muy larga, y si tienes la paciencia suficiente, sabrás de ella en las próximas líneas, aunque te advierto que es posible que al llegar al final pienses: - Para este viaje no eran necesarias semejantes alforjas. Es igual: tengo un poco de tiempo, así que allá voy. Habiendo pasado antes por Pont L’Eveque y Livarot, uno esperaba que Camembert fuera también un pueblo crecido, con sus calles, tiendas, parques y demás… Pero no fue así, mon ami : nada más lejos de la realidad. El burgo de Camembert n