7 años. Pequeño diccionario debatziano.
Para los que llevamos ya algún tiempo en esto de los blogs –o cuadernos, como prefiero llamarlo-, se va convirtiendo en una costumbre sorprendentemente rutinaria esto de ir, a cada paso de año, rompiendo el hilo argumental que veníamos arrastrando en anotaciones anteriores, para recordar a nuestros pacientes visitantes que hoy, tal día como el de hoy, nuestro cuaderno, o nosotros como blogeros, hemos cumplido un año más en este mundo virtual. Me toca el 19 de abril, pues, el de hace ya siete años, es aquél en el que empecé en este negociado con el primero de mis cuatro cuadernos: uno al que llamé Ex Oriente Lux y del que se puede saber –como de los siguientes-, lo que se desee curioseando en los enlaces que hay por algún lugar de la columna que hay a la derecha de este texto. El caso es que a uno se le queda un poco la mente en blanco cuando le llega el aniversario: ¿qué hago?, ¿qué cuento para celebrarlo? ¿y si no digo nada, y dejo pasar el año sin que nadie se entere, para quitarme e