Nubes
Me hubiera gustado haber dejado en este cuaderno alguna que otra anotación más antes de desaparecer durante un tiempo con la excusa de las vacaciones, pero este segundo semestre del endiablado 2012 viene cargado de vientos y aguaceros, y apenas me va a quedar tiempo suficiente para dedicarme con alguna coherencia a las cosas del Laberintos. Prefiero pues echar la llave antes de tiempo y dejar las cosas como están.
Por lo tanto, ustedes me van a excusar si voy haciendo mutis por el foro, planto mis habituales nubes de ausencia encabezando mi cuaderno y lo dejo cerrado sin fecha de regreso. Por supuesto que siempre que pueda pasaré por su cuadernos y dejaré alguna palabra, que veo más sustancioso ésto que rellenar con textos inconexos el mío.
Que pasen unas felices vacaciones.
Salud
Pues muy felices vacaciones, y espero verle pronto por aquí. En cuanto a lo de pasarse por mi blog, se lo presto tantas veces como haga falta.
ResponderEliminarUn descanso... Espero que sea fructífero y relajante para tí y tu familia. En estos últimos tiempos el ajetreo y las presiones son muchas, y más que van a aumentar... Un abrazo muy fuerte, querido amigo.
ResponderEliminar(Pasado el verano, aún sin fecha, empezaré la segunda novela de la serie de la fundación de Roma)
Todavía me queda algo para las vacaciones, pero gracias. Mientras y después seguiré paseándome por sus cuadernos para dejar algún comentario, que es un placer del que no quiero privarme.
ResponderEliminarSalud
Yo también espero que lo sea, lo necesito como imagino que a estas alturas prácticamente todo el mundo. Lo has descrito muy bien, al hablar del ajetreo... así es.
ResponderEliminarSeguiré con interés la segunda novela cuando empiece a asomar tras el verano.
Un fuerte abrazo para ti también, querida amiga.
Salud
No se cual es este año el porcentaje de las personas que no van de vacaciones, pero yo soy un número más entre ellas y aquí esperaré pasando calor a que vuelvan ustedes, los afortunados.
ResponderEliminarSi le sirve de consuelo, querida amiga, sigo por aquí, y mi estado de silencio no se debe tanto al periodo vacacional, como a que hay otras prioridades que atender que no me dejan demasiado tiempo como para cuidar de mi cuaderno como yo quisiera.
ResponderEliminarMe iré unos días, pero no tantos como los que supongo pasarán hasta que habra de nuevo este cuaderno.
Salud
Leyendo Mme Bovary, descubrí un episodio en el que Flaubert utiliza la contemplación de las nubes en un sentido que me recordó a este cuaderno, ocurre después de la marcha de Léon:
ResponderEliminarMme Bovary avait ouvert sa fenêtre sur le jardin, et elle regardait les nuages.
Ils s’amoncelaient au couchant du côté de Rouen, et roulaient vite leurs volutes noires, d’où dépassaient par derrière les grandes lignes du soleil, comme les flèches d’or d’un trophée suspendu, tandis que le reste du ciel vide avait la blancheur d’une porcelaine. Mais une rafale de vent fit se courber les peupliers, et tout à coup la pluie tomba ; elle crépitait sur les feuilles vertes. Puis le soleil reparut, les poules chantèrent, des moineaux battaient des ailes dans les buissons humides, et les flaques d’eau sur le sable emportaient en s’écoulant les fleurs roses d’un acacia.
— Ah ! qu’il doit être loin déjà ! pensa-t-elle.