Apetitos

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El vivo sabor de los caracoles al modo de Borgoña, hace perderse a mis sentidos...

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...en las formas sinuosas de la vieja fe de París...

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...en los apetitos palaciegos de brillantes formas...

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... o en las densas penumbras que nos llevan sin descanso hacia las entrañas del porvenir.

Comentarios

  1. ¡Yo quiero apetitos como ésos..!

    Bon appetit, monsieur de Batz.

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  2. ¿La serpiente tiene cuerpo de mujer?

    Ya estamos de vuelta.

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  3. Muchas gracias por vuestros comentarios, queridos amigos. Excelente cita Vere, se agradece. A mi, Salamandra, me queda un pequeño manojo de días para volver. Intentaré sacarles jugo...

    Mucha salud

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  4. Una buena forma de alimentar los distintos apetitos.

    Es fácil encontrar hermosas tallas y esculturas de Adán y Eva en las catedrales de la vieja Europa. y en otros lugares, por ejemplo a ambos lados de puerta del Hostal de los Reyes Católicos en Santiago hay un Adán y una Eva preciosos (que incluí en un post de mi blog) aunque no sé si por efecto del tiempo o del vandalismo de alguna época, les faltan los brazos.

    De caracoles, ¡que decir! Los más ricos de mi vida los tomé en una bodega de Oyón (Logroño), en cazuelita con chorizo y jamón, amén de un buen Rioja. ¡Los recuerdo siempre!

    Un afectuoso saludo.

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  5. Sin duda en La Rioja los preparan buenísimos y si te cae el día de San Prudencio por la de Alava, no te pierdas los homenajes que dedican ese día a tan suculento plato.

    Salud, querida amiga y gracias por tu paso.

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  6. Pocos caracoles son esos para mi apetito. Me gustan, sí, aunque sea esta una cosa que extrañe a la gente. Muy originales algunas de las esculturas.

    Abrazos.

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  7. Lo mismo digo, pero había que apañarse con lo que a uno le daban y te aseguro que la cantidad se vio compensada por la calidad.

    Salud

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