Un día como el de hoy
Incluso estos pequeños cambios que tanto parecen desazonarnos, tienen su parte buena si se busca algo de sustancia en ellos. Toda mala nueva, trae el aire de un cambio al que debemos de orientar nuestro rumbo para seguir avanzando. ¡Tiremos a las plañideras por la borda y vaciemos las bodegas al son de alguna vieja canción…! ¿Cuál?: esta misma, robado de una historia de los cuatreros de Nuevo Méjico que escondieron a William Bonney, tras su huida de la prisión Lincoln:
Old men and old coyote dogs
boil their dreams in the sun
served steaming within a bowl
filled with shadows
(Los ancianos y los viejos coyotes
hierven sus sueños al sol
y los sirven humeantes dentro de un tazón
lleno de sombras)
En estos tiempos recién inaugurados, en los que la noche cae a media tarde, nos acercamos al mar buscando esas furiosas mareas que nos visitan puntuales una de cada dos semanas, y que gustan de esconder su ondulante infinitud en la oscura profundidad de un horizonte que sólo podemos imaginar.
Y nos quedamos quietos a escuchar el estruendo con el que las olas rompen sobre la arena. El aire vibra con una calidez familiar, la misma que nos hace sentir tan confortables, como si hubiéramos llegado al más seguro de los lugares en este abismo olvidado en el tiempo.
El modo como las olas revuelve entre sus dedos de espuma los granos de arena, asemeja al de los dados agitados entre las manos de unos dioses primigenios, que juegan a cada golpe de mar con nuestro destino en medio de una oscura marea.
Recuerdo entonces haber leído entre las páginas del magnífico “Le voyage d'Italie” de Dominique Fernandez, un poema de Anna Maida Adragna:
Y todo el mar dentro de ti
ResponderEliminary todo el mar fuera de mí.
Un extraño verano que nos va a dejar casi cuando lo días huelen a naranjas y castañas, que se nos rinde en breve, así que apurémosle y veamos los últimos vuelos de los insectos.
ResponderEliminar¿Unos cuatreros con esa sensibilidad? Venga ya, hombre, qué me dices, parece imposible, vemos diferentes películas, jajaja, :)
Un abrazo y salud!!!
Me haría falta a mí un paseo cerca del mar.
ResponderEliminarGenial Carlos Cano. Algún día le agradeceré me explique cómo se ponen enlaces en los comentarios.
ResponderEliminarSalud!
A estas alturas, no sabemos si huele a luz o a oscuridad... Cada uno en su medida tiene un punto de sensibilidad. Lo de las películas ya sabe que tiende a la esquematización excesiva...
ResponderEliminarSalud!
Pues huya y acérquese al pedazo de mar que tenga más cercano, aunque sea de trigo...
ResponderEliminarÁnimo y mucha salud!
Posiblemente aproveche el puente...
ResponderEliminar!Un puente! ¿dónde?
ResponderEliminarPues sí, aproveche. Y si se vienen por estas aguas, ya sabe que aquí estamos.
Es posible que las malas nuevas nos orienten hacia nuevos y buenos rumbos.
ResponderEliminarPero,...¡qué difícil resulta distinguir la nueva orientación!
Abrazos, De Batz!!
Muy sencillo, como en cualquier otra parte: aquí la palabra o frase que se quiere enlazar
ResponderEliminar(Confío en que al poner esto no salga nada raro... o no pase)
Me lo temía. A ver si lo pongo de otra forma.
ResponderEliminarSe pone primero , a continuación la palabra o palabras que se quieren enlazar cerrando con
Espero no haberme equivocado al escribirlo así.
Como no hay manera de explicar lo del enlace sin que salga un simulacro de enlace, mejor lo ves aquí.
ResponderEliminarDemasiado spaghetti western, lo sabía :)
ResponderEliminarLa pena es que a la realidad no le acompañara una banda sonora de Morricone, juas!
ResponderEliminarAl final, quizá por el hecho de suponer un cambio tienen ya en si una parte de bueno... quién sabe.
ResponderEliminarSalud, Enrique!
Vamos a ver, si esto funciona así...
ResponderEliminarGracias por las enormes molestias que te has tomado, Senior Citizen
Salud!
Hecho!, muchas gracias!
ResponderEliminarDe nada. Es usted un magnífico alumno... y yo un desastre de profesora.
ResponderEliminarMuy bueno lo del enlace, que acabo de oír y no conocía.
ResponderEliminarLlego, como siempre, tarde y mal.
ResponderEliminarNo me ha gustado nada eso de "malas nuevas". Pero que nada, nada.
Pues eso, que ya sabes. Gracias por tu interés y un fuerte abrazo!
ResponderEliminarSalud!
Nuevos tiempos. Nuevas rutinas. Aprendizajes dentro/fuera.
ResponderEliminarCada día es el de hoy, y en ese hoy va y viene el agua que, pese a parecerlo, jamás repite los movimientos del hoy de ayer...
(Y recuerda que, aun en la niebla, hay un faro luminoso. Aunque la mayoría de las veces se vislumbra mejor con los ojos cerrados.)
Salud. En los dos sentidos.
.. con los ojos cerrados, así es, sin lanzar demasiadas miradas alrededor. Tendré en cuenta sus palabras, muchas gracias.
ResponderEliminarMucha salud!
Cuidese, William Bonney era demasiado ligero de manos, cuando empezabas escuchar su canción ya te estaban llegando las balas, y yo demasiado lenta, hasta de orejas...
ResponderEliminarUn poco de régimen no le vendrá bien a nadie, así que sea demócrata con la salud
No le quepa duda de que así lo haré, que hasta el colesterol y otras especies de nombres latinos tienen derecho a dar su opinión al respecto.
ResponderEliminarAl niño Bonney lo tendré vigilado, así que no se preocupe usted de su rapidez. Mientras esté, es suficiente.
Un gran abrazo y mucha salud!