Plat du jour
- ¿De dónde vienen ustedes?
De perdernos entre los monumentales delirios de Violet Le Duc en Pierrefond,
de revisar los cielos en Montmartre,
o soñar con perdernos entre los volúmenes de la biblioteca de Fontainebleau,
¿Encontraremos el grafito en Chartres?
- No lo se, pero ajusten sus cabezas, que mañana les serviré un plato que no será de su gusto: el de comenzar su retorno a la realidad.
¿Tan pronto? ¡Jooooo... Nooooo!
ResponderEliminarCreo que vamos a echar de menos esas crónicas espléndidas donde menos es más.
Un abrazo muy fuerte, caballero de Batz.
!Y tanto que tan pronto! Todavia estoy mirando de reojo al calendario por si ha hecho alguna de las suyas con nuestros días festivos...
ResponderEliminarAgradezco de verdad sus palabras hacia unas notas transcritas por teléfono -como ésta- a salto de mata.
Mañana regreso y salgo para Roncesvalles. Termino mis vacaciones en algo tan diferente -o no- como iniciar a alguien en la primera etspa del Camino.
Tengo pendiente la visita a su ultima y apasionante anotación.
Gracias por su visita.
Salud
Y si no encontró el grafito, pudo al menos recorrer el laberinto.
ResponderEliminarDicen que en los viajes no se hace más que buscarse uno mismo. ¿Se ha encontrado usted, M. Charles?
ResponderEliminarYa veo que va a perder la cabeza, y nos la va hacer perder a los demás,
ResponderEliminarEspero que no llegue a confundir su señora con la de otro, Tal y como hace con nuestra señora de Reims y la de París, me parece? Hermosos y frescos puertos ambos donde recalar, pues en este caso, tiene remedio el pie de foto, pero si fuera el caso anterior, que no va ser, lo va a fostiar su parienta con razón y que lo van a dejar para no salir en la foto....
Más abajo nos ha traido una Artemisa "exhibitic", que es más rara que un perro verde, que no la localizo, pero el único sitio donde no rechina, por que rechina tó, es: en un palacio rococó??, ya daré con ella.
Siento que no sea de gusto, volver a ponerse la cabeza en su sitio, pero "esloque hay", ¡¡la puta frase del verano!!, aunque con buen humor le leo, luego, será mucho menos agosto.
..y nos mezcla afotos de varios tiempos, o me las está "fotosofeando"..o me parece que traes buena caza en el morral. Muchos buenos recuerdos, como los caracoles que se zampó y que me acaban de dar una envidia sana, si tal cosa puede ser sana,
Buen regreso tenga usted a su casa, señor del Bazt.
Por aquí, un abrazo como siempre, a usted y los suyos.
Por supuesto que sí!, a pesar de las sillas que colocan sobre él, puede apreciarse perfectamente.
ResponderEliminarSalud, amigo
Mas que encontrarme, lo que hago en cada viaje es perderme más, pues dejo en cada lugar que visito una parte de mis afectos, de mi interés y de mi sentimiento de pertenencia a todos y ninguno de los lugares de este mundo.
ResponderEliminarCelebro verte por aquí. Mucha salud
Pues si que me pone en un aprieto: efectivamente es la de París y no la de Reims, y el error -!grave, por Zeus!-, se debe a la prisas en preparar la anotación en los pocos minutos de wifi que me apropiaba diariamente de un bar para pergeñarla con el teléfono. Donde quise poner una foto -de Reims-, puse otra -de París-, por lo que ahora se queda la segunda y paso a quitarle el nombre de la primera... Cosas del directo, disculpen el error y !ole! por el sagaz observador.
ResponderEliminarDe la Artemisa en cuestión, le diré que la atrapé en Fontainebleau, y que le mandaré en breve cumplida referencia.
Es lo que hay, si señor, y nos alegraremos de que lo haiga.
Y sí, mi estimado amigo, traigo el morral lleno de afotos como las que les he ido mostrando y recuerdos variopintos. Mías son las primeras, aunque el haber logrado que no salga el dedo del autor por alguno de sus lados, pueda hacer difícil su identificación. Eso si, de los caracoles lo único que he podido traerles ha sido el recuerdo, nada más, aunque le prometo que buscaré donde los den maridados con unos buenos macarrones.
Me alegra verle por estas páginas, gracias por sus buenos deseos y, por supuesto, reciban los mismos afectuosos recuerdos de la casa de Batz.
Salud
Impresionante la biblioteca de Fontainebleau aunque a mi donde me gusta husmear es en las librerías "de viejo". Hace poco, y después de haber estado varias veces en Guimaraes (cuna de Portugal) y haberme pasado desapercibida, encontré en mi última visita a esta pequeña y encantadora ciudad, una instalada en una antigua casa que casi amenaza ruina, en la que su dueño y un amigo colaborador, no solo venden libros sino que intercambian cultura con los clientes. ¡Una gozada!.De ella me traje unos poemas de Fernando Pessoa, entre otros libros.
ResponderEliminar¡Que disfrutes del Camino en esa etapa tan esencial y milenaria de Roncesvalles!
Un afectuoso saludo.
Querida Chela: coincido plenamente en la afición por las librerías "de viejo". !La de horas que he pasado revolviendo entre viejos ejemplares... y la sorpresa que te llevas cuando encuentras alguno que te llega más allá de la curiosidad!
ResponderEliminarUn gran saludo, querida amiga
En las librerías de viejo lo deprimente es encontrar dentro de los libros cosas personales de su antiguo dueño. Una carta, una nota, el resguardo de la tintorería... Una piensa que alguna vez pasará igual con sus libros y se lanza a repasar sus páginas para ver si dejó alguna huella.
ResponderEliminarA mi me suele gustar encontrarme con rastros de ese tipo. Me ocurrió que comprando una guía del País Vasco de allá por los años 50, encontré dentro de ella las anotaciones de su primer dueño, comentando lo que a él le parecían los monumentos que visitaba o los restaurantes que recomendaban. Había incluso alguna foto suya en la localidad a la que se dedicaba aquella página.
ResponderEliminarEra un hombre de unos 65 años, vestía de traje en todas las fotos, y siempre salía sólo, aunque, como pensé, alguien debió hacerle las fotos. Rastree durante mucho tiempo alguna pista o nombre que me llevara a conocer su identidad, pero el tiempo y otras ocupaciones abandonaron al olvido aquello.
Quedaron un par de notas que tomé con las que en cierta ocasión pensé en escribir una entrada en mi cuaderno... Quién sabe, quizá algún día las retome.
Siguiendo ese ejemplo, tengo la costumbre de dejar en mis libros facturas de restaurantes, tarjetas de hoteles, folletos de lugares que visito, etc...
Gracias por tu visita a este cuaderno silente.
Salud
Gracias por las fotos, me hiciste recordar mis paseos desde mi casa en el Paseo del Prado a la Biblioteca Nacional. Qué aura tan prodigiosa se respiraba allí entre aquellos millares de libros a nuestra disposición.
ResponderEliminarAbrazo, Pedro Sabalete - Goathe.
Lo celebro. Lo que se experimenta en un lugar de esos es algo indescriptible, sobre todo cuando se trata de un archivo.
ResponderEliminarSalud