Cielo azul, mar negro
Pasa que desde esta lejanía y en el mismo momento en que le daba a esta foto, recordé mi viejo y olvidado cuaderno.
Llevo unos días fuera de ese mundo que es en el que vivo habitualmente, y tengo la sensación de que todo aquello que habita en él va difuminándose poco a poco en el fondo del olvido. Es como ese mar que se confunde con el cielo en los anocheceres de los días nublados, dando la apariencia de que por una vez lo malo ocupa la lejanía celeste, y lo bueno estos infiernos terrenales.
Espero, querido amigo, que sea un estado transitorio, que un cambio o el mismo devenir del tiempo fije un contorno más preciso a tus asuntos que el de esa buena (e inquietante) foto hace entre cielo y mar.
ResponderEliminarUn abrazo y todo lo mejor para tí y los tuyo en el año que viene.
P.D.- No olvido quién nació el nueve de enero.
Pues disfrute de su alejamiento todo lo que pueda, pero no deje que el olvido vaya comiéndole terreno. Que aquí estamos unos cuantos esperando sus palabras como el agua de ese mar difuminado.
ResponderEliminarUn abrazo para todos, mi buen caballero.
anda empalagao de hou-hou-hou, y rojo chillón, ponga vela y cara al viento de aqueste mundo, y que este sepa que se resiste, que es lo mismo que existe pero con r delante, ya nos confunda la rae, o la niebla en el horizonte.
ResponderEliminary si se refría de poner la cara al viento ....
bueno
..buen caldo.
Un gran abrazo y buena salida.
Poco queda ya, amigo Goathemala, para el día de las nieves. Conoces muy bien que los estados de ánimo son como los vientos, y lo que hace un momento eran gélidas brisas del norte, pueden mudar sin aviso en cálidas tormentas. Todo pasa ¿o no?. Quién sabe...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y recibe mis mejores deseos.
Mucha Salud
Ya he acortado el alejamiento y aquí estoy de nuevo con la intención de procurar retomar lo que había dejado. Tiempo... Siempre será el mejor el que compartimos con los espíritus afines.
ResponderEliminarSalud, querida amiga.
Todos los años por estos fechas siento terribles picores por todo el cuerpo, y por mucho que me oculte entre la niebla !zas! aparece el tio de rojo ho-ho-ho o alguno de sus acólitos. Lo mejor, la cura de TV que hago durante un mes. Ni los telediaríos.
ResponderEliminarMucha salud, amigo