Un balón, una linterna y muchas bellotas
Ahora duermes. Seguramente, dentro de un rato empezarás a girar sobre la cama hasta colocarte en perpendicular a ella, mientras continuas mecido por tu sueño, como hundido en una cómoda nube de algodones. No te despertarás en toda la noche -rara vez lo haces-, pero en cuanto pasen las siete de la mañana -da igual si es lunes o domingo-, cantarás como si lo hiciera el gallo aquello de: "amaaaaaa, aitaaaaa".
Hasta que llegaste, me resultaba imposible creer que una rutina fuera algo más que una esclavitud; y sin embargo, ahora, se ha convertido contigo en una bendición, en un lenguaje, en un comportamiento que estudio y grabo en la memoria en todos y cada uno de sus detalles.
Hoy, el día en el que hace cuatro años cayó una nevada como no lo había hecho desde hacía cosa de 30 ó 40 años, es tu día, el día en que llegaste a nosotros. Tu cumpleaños. Y en esa eternidad tan nuestra, que dura lo que lo hace nuestra vida, pervivirá el recuerdo de la espera en el hospital, llenos de ilusión mientras observábamos caer suavemente la nieve.
Desde entonces no has dejado de sorprendernos, como el día pasado, cuando al preguntarte qué es lo que querías que te regaláramos por tu cumpleaños, respondiste muy seguro de ti mismo:
- Un balón, una linterna y muchas bellotas.
¡Qué belleza de post!
ResponderEliminarY cuatro años ya de aquella hermosa nevada...
Mi felicitación más entrañable al grumete piratilla y a sus papis. Por tantas cosas...
Un beso muy fuerte al pequeñuelo (junto a un suave tirón de orejas) y a su mami y un abrazo grande, grande al muy noble caballero de Batz.
Ternura, bellotas, nieve. Pienso en él y en en sus papás y os mando felicidades por doquier.
ResponderEliminarBien lo sabes :-)
Que la linterna sea LED y las bellotas de esas extremeñas que tienen una Virgen de Guadalupe, para que vaya uniendo modernidad y tradición, utilidad y leyenda.
ResponderEliminarAyer, al preguntarle a la Salamandra mayor «¿De qué tiene cara tu hermana?» contestó sin asomo de duda: «De tonta». Y es que a veces es mejor no preguntar.
ResponderEliminarLa linterna que tanga también led rojo, le va a gustar que tenga dos colores, y así le sirve para astronomía.
Gracias Pedro. Por lo que veo, esta semana no soy el único que ha evocado las nieves. Son como una hoja en blanco dispuesta para que escribamos en ella las vivencias de este año.
ResponderEliminarSalud
Buenas deben ser esas bellotas a juzgar por lo bien que les aprovechan a quienes se las comen y nos dan tan buenos jamones. Muchas gracias.
ResponderEliminarSalud
Está claro que así es, que a determinadas edades los convencionalismos no tienen cabido en las respuestas. Ha tenido su balón, su linterna -de leds, claro-, y las bellotas para plantarlas y averiguar si es verdad lo que le dijo su padre: que si las plantas y cuidas, llegarán a ser con el tiempo espléndidos árboles que cubrirán el cielo.
ResponderEliminarCuatro años ya, querida amiga. Y el tiempo sigue pasando sin darnos cuenta !condenado!. Ya he transmitido tus felicitaciones a la madre y al hijo que corría de un lado a otra de la casa entusiasmado por lo mayor que es ya...
ResponderEliminarLo dicho, muchas gracias, querida amiga, de parte de todos y nuestros mejores deseos para la casa de Freia.
Salud
Que conste que yo he comido esas bellotas y -hasta el momento- no he ido al matadero aunque los jamones los va una cuidando.
ResponderEliminarJuas!, bueno como bien sabe me refería a esos maravillosos cuadrúpedos de los que pueden aprovecharse hasta los andares y que tan buenos recuerdos han dejado a mi paladar. Mi pequeño lo que ha hecho con las bellotas es plantarlas con las esperanza de ver nacer un futuro roble. Pena que no den jamones directamente.
ResponderEliminarEs lo que tiene este cuaderno, nos sentimos como en casa y estas celebraciones forman parte de nuestra vida, un poco como esos ancianos y gruñones tíos que viven apartados pero también quieren participar.
ResponderEliminarYo recuerdo el sabor de las bellotas asadas en el rescoldo de la hoguera, un poco acres pero en absoluto desagradables. ¿Habéis probado el licor de bellota?
Nuestras felicitaciones para la familia
Antaño conocía algunos árboles de bellotas dulces. Dudo que quede alguno, y si queda dudo que lo reconociera ya.
ResponderEliminarPero doy fe de que ese fruto se puede comer, y que en la lumbre, estaban macanudas, aparte de los pistonazos que daban al romper.
(igual el canalla al que proteje Nejbet, ese de las 7 la mañana en domingo, se ha aprendido esto último)
(bufff como pasa el tiempo...)
Un abrazo tardío
Pues entonces hay algo bueno que sacar de este cuaderno, pues si así lo sentís podré contar siempre con la fortuna de ver pasar por el y dejar algún testimonio de su visita a mis añorados naúfragos, una de las compañías más entrañables para quien esto escribe.
ResponderEliminarNo hemos probado el licor de bellota, y eso que he sido muy dado a todo licor y aguardiente, como bien sabéis.
Recuerdos para todos los tuyo, extensibles a la casa de mi muy apreciado Herri.
Mucha salud
Si se trata de pistonazos, seguro que el pequeño canalla lo tiene bien aprendido y conocido. Que para hacer ruido estamos siempre prestos.
ResponderEliminarDe de comer bellotas, reconozco mi desconocimiento acerca de ello, quizá sea porque donde yo me movía en mis tiempos mozos, lo abundaban eran las castañas que nos deleitaban con su cálido olor y aburría con su sabor uniforme..
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No me diga que si ¿Nejbet? ¿No es mi Maat? !Por todos los diosese!
Mucha salud
¡¡Pudieeeeeeeera ser!!, no distingo bien la foto, en general la de la representación de la divinidad con las alas es Nejbet, pero Maat también lo hace, usted que lo ve bien compruebe si tiene PLUMA, (en la cabeza),
ResponderEliminarPues si la tiene... y yo convencido hasta hoy que era mi Maat. Ustéd dirá, que sabe más que yo de estas cosas, si es Nejbet o Maat que se tomó el Red Bull que le dió Ajenatón...
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