Saudades
Hay una costumbre que conservo en mí desde que tengo uso de razón, y es la de abandonarme al silencio más profundo cada vez que en las cuerdas de mi sensibilidad se combina la melodía precisa.
Regresar al mismo lugar después de once años, y seguir sintiendo lo mismo, me ayuda a confirmar que hay cosas en mí, las que más me interesan cuando trato conmigo mismo, que no han cambiado... Y lo más importante: que a pesar del tiempo pasado, aquél que fué, sigue en cierto modo aquí.
(Óbidos, julio 2013)
Para una persona joven, once años son mucho, pero a mi edad veinte años no son nada, como dice el tango. Ni treinta, ni cuarenta...
ResponderEliminarEs una opinión que no comparto. Cuando uno encuentra que en esos 11 años se han producido cambios muy importantes, lo de el reencuentro, cono muchas otras cosas, tiene su sentido.
ResponderEliminarCuánto nos esculpe el tiempo por fuera y cómo pierde fortaleza para variarnos por dentro!! Es cruel, pero personas como tú saben alambicarlo y sacarle su belleza a los instantes, a menudo la vida no es más que esos momentos.
ResponderEliminarUn abrazo en tus vacaciones, anoto que te pase cualquier curiosidad o excentricidad de las mías.
romántica melodía debe estar usted leyendo que le acompaña y relaja, estás alcanzando el nirvana.
ResponderEliminarBueno, sin ser más preciso no puedo enjuiciarle como una fiscal bienpagá
¡a saber lo que usted se trae por los adentros!
si fuera tema de pareceres de mujeres, le diría ¡ya estamos con lo mismo!,
que si fueran pareceres de políticos buenoooooo ¡posnóacambiao ná esto en 11 años,..... y están tos con las mismas siglas!