Montjoie
Hay otro San Vicente, este apellidado “de-Lamontjoie” en los límites con las tierras de mi Gascuña. Tras las colinas que se adivinan en el horizonte se esconden próximas La Romieu, Larresingle y Lectoure, como vías camineras que se dirigen hacia el sur, hacia Santiago. No en vano, la vieja abadía de Flaran, también muy próxima a este lugar, conserva, además de interesantísimos documentos sobre las costumbres gastronómicas de los religiosos que habitaron aquél lugar en la Edad Media, una importante tradición como hospital de peregrinos.
Poco antes de llegar a Saint Vincent de Lamontjoie, el caminante se encuentra con las ruinas de lo que parece fue una enorme iglesia, que hoy sólo conserva su función de cementerio. A uno le vinieron a la mano los versos gascones del poeta-barbero Jacques Boé, que concluían con aquello de
E raja de bonur; ò ! lo sage a rason:
« L'ama sofrenta aima milhor. »
Como San Vicente que es, en este lugar se encuentran también abundantes vides, las cuales producen unos caldos que, bebidos con cierta inhibición, invitaron a este vagabundo a volver a fantasear con echarse una vez más a esos caminos que conducen al fin del mundo…
¿Quién sabe? Quizá pronto, pero éste no es un mal comienzo o, por lo menos, una espera hecha compromiso, una vez más, en un lugar que conserva tan fuertes resonancias jacobeas como son las de su nombre, Montjoie: monte de la alegría, del gozo.
De cualquier modo, a todos los que camináis incansables sobre las líneas de este cuaderno, os deseo que el año que va a comenzar sea un suave y fresco ascenso a ese Montjoie que conservamos, quizá demasiado oculto, en lo más profundo de nuestro ser.
Qué reminiscencias del Mons Gaudii desde el que avistaron los cruzados de la Orden de Montjoie la Jerusalem soñada...
ResponderEliminarEs como para reafirmarme en lo que ya te dije en tu anterior escrito. Una ruta. A modo de Ruta Iniciática donde deseos, sueños y realidades se entremezclan a cada paso, o rodada o...
Que disfrutes cada instante.
Tu corazón de gascón se expanderá por esas tierras, un abrazo
ResponderEliminarFeliz año para toda la familia, caballero de Batz, desde un paisaje menos hermoso del que Vds. pisan.
ResponderEliminarAl final, eso es lo mejor de cada viaje: el camino. ¿No crees? El movimiento es lo que nos hace sentir vivos y, en cierto modo, es una iniciación en el que se entremezclan nuestros sueños con las realidades que conocemos.
ResponderEliminarBuen fin y comienzo de año
La Gascuña tiene un color muy particular en estas épocas del año, y es placer recorrerla casi en solitario. Es poca la gente que pasa por ahí a estas alturas del invierno y eso redobla el disfrute.
ResponderEliminarEspero que este año que va a comenzar, además de buenos vientos, nos brinde la oportunidad de compartir unos instantes.
Muchas salud!
Y yo le respondo ahora desde el retorno y desde un lugar que tampoco se llevará ninguna mención especial por su hermosura. !Qué se le va a hacer! Aunque sea al final, este año me ha regalado unos días para perderme donde me gusta hacerlo.
ResponderEliminarSalud por partida doble!
No siempre nuestros caminos son voluntarios, pues el andaluz que dijo que se hace camino al andar, hizo un camino hacia su final en sentido contrario del que probablemente hubiera querido hacer, lejos de sus cielos azules y su sol de la infancia.
ResponderEliminarBuen nombre este de Montjoie.
ResponderEliminarY si además, tiene viñedos alrededor, mejor.
Tenemos por delante un camino de 365 días que confío que nos sea fructífero y venturoso.
Abrazos, Charles!!
No siempre lo son. Pero el seguir adelante, el sentir ese movimiento que es la vida, es lo que para mi hace que merezca la pena levantarse todas las mañanas.
ResponderEliminarSalud!
Lo es, amigo Enrique, y de los viñedos, doy fe que ahí estaban, aunque helados hasta la savia.
ResponderEliminarQue nos sean luminosos y fructíferos los 365 días del camino que ahora empezamos!
Un gran abrazo, Enrique
Buen año Señor de Batz
ResponderEliminaryo empiezo mal, papeles hasta el techo
Un abrazo y
Salud
Pues espero que ese mal sea algo transitorio. Me preocupa, de verdad.
ResponderEliminarHablando de papeles, que sepa que ahora que estoy en plena premudanza, he dado con unos que leí y anoté en su momento relativos a la diosa madre. Algo apuntó mi yo disperso que traeré por aquí...
Se cuide y se dejen visitar por Fortuna.
Lo mejor y mucha salud!